Publicado en: Expansión por Sheila Sánchez Fermín.
La industria agrícola mexicana no sólo sufre la violencia por cobro de ‘derecho de piso’, el ‘coyotaje’ o los aranceles que han llegado con la administración de Donald Trump debido a la finalización de acuerdos comerciales entre México y Estados Unidos, como en el caso del jitomate . Además, enfrenta a un creciente comercio ilegal de semillas que arroja ya pérdidas de hasta 100 millones de dólares (mdd) al año, aproximadamente 10% del valor de mercado de este negocio, que supera los 1,000 mdd.
Mario Puente, director de la Asociación Mexicana de Semilleros (Amsac), que representa a 62 empresas, estima que las pérdidas oscilan entre los 80 y los 100 mdd anuales. La cifra supone entre el 8 y 10% del valor del mercado formal, que genera alrededor del 3% del PIB agrícola.
“El impacto es significativo hacia la industria formal, pero el mayor impacto lo reciben los propios agricultores, porque si estaban esperando obtener rendimientos por toneladas no lo va a tener. Y puede provocar contaminación en los suelos, en las plantas, del entorno y llevan a plagas que no pueden ser controladas”, agrega.
Las empresas productoras enfrentan la existencia de grupos delictivos en el país que roban y revenden el producto. “(Las afectaciones) se dan en dos sentidos: algunos las reenvasan en envases de marcas de semillas certificadas y lo peor es cuando las rellenan con semillas mezcladas más baratas, porque lo que están sembrado no va a tener los mismo rendimientos”, comenta Felix Martínez, vicepresidente de seguridad del CNA.
Las principales semillas que son comercializadas en este mercado gris son las de maíz blanco, chile, cebolla y tomates. Se estima que más de 1.8 millones de agricultores en el país utilizan semillas pirata para sus cultivos, lo cual ocasiona rendimientos de hasta 30% en los cultivos, así como pérdidas para las empresas productoras.
“Es difícil mapear ese comportamiento, depende mucho de las zonas, el cultivo y que te des cuenta de que ocurre, porque hay casos que no se reportan o no se dan seguimiento”, agrega el representante de los semilleros.